La famosísima Juliette Lewis nos visitó hace unos días, pero no para promocionar una película sino que vino con su banda, “Juliette and the Licks” ¡Si, leyó bien! La actriz, que trabajó en “Cabo de miedo” con Robert de Niro y enamoró a Johnny Deep en la película “¿A quién ama a Gilbert Grape?”, está hoy dedicada casi exclusivamente a la música y ya sacó a la venta dos cds: You’re Speaking my Language y Four On the Floor.
Juliette fue invitada por el aperitivo Campari para dar un exclusivo concierto en el lanzamiento de su línea "Red Passion City”. Vestida con un musculosa negra brillosa, un pantalón de cuero y una vincha con una pluma, nos deleitó con su voz acompañada de una actitud muy roquera.
Juliette y su banda tocó para unos pocos en buenos aires y así como llegó se fue para continuar su gira, es indiscutible que sorprendió a más de uno con su faceta de cantante.
Natacha Ferrari
martes, 20 de noviembre de 2007
lunes, 12 de noviembre de 2007
El cielo existe, está en Munich
"Había escuchado mucho sobre la fiesta madre de la cerveza, el Oktoberfest, y como buen amigo de las burbujas con sabor a malta añoraba con llegar a semejante paraíso alguna vez". Y el sueño de mi amigo el borracho se hizo realidad en octubre del 2005.
Estábamos con unos amigos en Alemania con la excusa de aprender un nuevo idioma. Ese fin de semana no teníamos nada programado hasta que alguien sugirió ir a München a la popular fiesta de la cerveza. Al día siguiente salimos con tres amigos en auto, era viernes y nos advirtieron que la ciudad iba a estar colmada de gente, no nos importó mucho.
Casi llegando a la ciudad empezamos a llamar a los hoteles, la respuesta era siempre la misma, ni una habitación disponible. Buscamos hasta las dos de la mañana, parando en cada lugar parecido a un hotel, pero no conseguimos. Y claro, ahí nos enteramos que cada año pasan por el Oktoberfest unas 3 millones de personas de todo el mundo. Fue la primera vez que dormí en un auto. Gracias a Dios éramos sólo cuatro!
Al día siguiente partimos a la fiesta. Caminando por la ciudad empezamos a ver gente disfrazada. Los hombres con pantaloncitos de gamuza con tiradores, camisas, zapatones y el típico sombrerito verde alemán. Las mujeres con vestidos escotadísimos y trenzas. Nos enteramos que era la vestimenta de la zona de Baviera, en la que se encuentra Munich.
Y esquivando bavieros, llegamos al cielo. La fiesta, que dura dos semanas, se hace en un predio demasiado grande como para recorrerlo en un día entero. Adentro están las carpas cerveceras rodeadas por puestos de comida y regalos, además de un parque de diversiones muy grande, en donde se entretienen los menores(y los ya borrachos) mientras los mayores toman cerveza. Pero la diversión real está adentro de las carpas, en las que hay que hacer cola para entrar. Son alrededor de catorce y adentro caben sentadas entre 1.000 y 9.000 personas dependiendo el tamaño. Adentro están las mesas, largas tablas de madera con sus respectivos bancos en donde uno se amontona con desconocidos que pasan a ser amigos después de la primer cerveza. Simple, cada jarra de vidrio tiene un litro de cerveza y no existe contenedor menor, por lo tanto: no queda otra que tomar. También se puede comer platos típicos, mucho cerdo y cordero con papas, además de las infaltables salchichas de todo tamaño, color y sabor. Las mesas están atendidas por bavieras y en el medio hay un escenario en donde las bandas tocan música folklórica. La gente se sube a los bancos para bailar, sin perder la jarra de vista, porque cada vez que termina un tema hay que brindar al grito de Proust, una especie de chín-chín alemán. Y guarda con los dedos, la meta es no perderlos en medio de un eufórico Proust, la estrategia es agarrar la jarra de la manija, nunca rodearla con la mano.
Y esa es la idea de la fiesta, tomar, comer, bailar y cantar con desconocidos ampliamente borrachos devenidos en grandes amigos, hombres y mujeres de todas las edades, familias enteras que lo hacen desde las nueve de la mañana hasta que el cuerpo pide basta. Los alemanes tendrán sangre fría, pero con la cerveza, créanme que se calienta.”
Estábamos con unos amigos en Alemania con la excusa de aprender un nuevo idioma. Ese fin de semana no teníamos nada programado hasta que alguien sugirió ir a München a la popular fiesta de la cerveza. Al día siguiente salimos con tres amigos en auto, era viernes y nos advirtieron que la ciudad iba a estar colmada de gente, no nos importó mucho.
Casi llegando a la ciudad empezamos a llamar a los hoteles, la respuesta era siempre la misma, ni una habitación disponible. Buscamos hasta las dos de la mañana, parando en cada lugar parecido a un hotel, pero no conseguimos. Y claro, ahí nos enteramos que cada año pasan por el Oktoberfest unas 3 millones de personas de todo el mundo. Fue la primera vez que dormí en un auto. Gracias a Dios éramos sólo cuatro!
Al día siguiente partimos a la fiesta. Caminando por la ciudad empezamos a ver gente disfrazada. Los hombres con pantaloncitos de gamuza con tiradores, camisas, zapatones y el típico sombrerito verde alemán. Las mujeres con vestidos escotadísimos y trenzas. Nos enteramos que era la vestimenta de la zona de Baviera, en la que se encuentra Munich.
Y esquivando bavieros, llegamos al cielo. La fiesta, que dura dos semanas, se hace en un predio demasiado grande como para recorrerlo en un día entero. Adentro están las carpas cerveceras rodeadas por puestos de comida y regalos, además de un parque de diversiones muy grande, en donde se entretienen los menores(y los ya borrachos) mientras los mayores toman cerveza. Pero la diversión real está adentro de las carpas, en las que hay que hacer cola para entrar. Son alrededor de catorce y adentro caben sentadas entre 1.000 y 9.000 personas dependiendo el tamaño. Adentro están las mesas, largas tablas de madera con sus respectivos bancos en donde uno se amontona con desconocidos que pasan a ser amigos después de la primer cerveza. Simple, cada jarra de vidrio tiene un litro de cerveza y no existe contenedor menor, por lo tanto: no queda otra que tomar. También se puede comer platos típicos, mucho cerdo y cordero con papas, además de las infaltables salchichas de todo tamaño, color y sabor. Las mesas están atendidas por bavieras y en el medio hay un escenario en donde las bandas tocan música folklórica. La gente se sube a los bancos para bailar, sin perder la jarra de vista, porque cada vez que termina un tema hay que brindar al grito de Proust, una especie de chín-chín alemán. Y guarda con los dedos, la meta es no perderlos en medio de un eufórico Proust, la estrategia es agarrar la jarra de la manija, nunca rodearla con la mano.
Y esa es la idea de la fiesta, tomar, comer, bailar y cantar con desconocidos ampliamente borrachos devenidos en grandes amigos, hombres y mujeres de todas las edades, familias enteras que lo hacen desde las nueve de la mañana hasta que el cuerpo pide basta. Los alemanes tendrán sangre fría, pero con la cerveza, créanme que se calienta.”
domingo, 11 de noviembre de 2007
EL RADIOTEATRO QUE AÚN VIVE
La hora está por llegar, y en una casa de Buenos Aires todos se apuran para terminar de cenar. Corren hacia ese aparato que los conecta con realidad del país y del mundo y buscan el mejor lugar frente a él para disfrutar alguna de las historias de vida que esa noche se van a relatar. Eran las décadas del 30 y el 40, cuando el radioteatro conseguía lo mismo que hoy en gran medida realiza la televisión: tener una audiencia que deja de hacer sus tareas hogareñas para entretenerse por un momento que une a la familia. Sin embargo, hoy, después de más de 60 años, todavía quedan restos de este ritual, que aunque no tenga las mismas dimensiones como fenómeno, sigue acaparando escuchas.
Son cerca de las 11 de la mañana y por el aire de FM Rock and Pop (95.9) se escucha a Mario Pergolini, Eduardo De La Puente y Marcelo Gantman en “Cuál es?”, un programa que va de 9 a 13, de lunes a viernes. En este espacio, que convoca a una gran cantidad de público compuesto por jóvenes y adultos, se puede escuchar el radioteatro que tiene su capítulo diario. Diego Miller, Emiliano Goggia y Santiago Bluguermann, se juntan todas las mañanas para redactar las historias cómicas de personajes como Mogui, El Panza, o el Gaucho Segovia, entre otros. Los tres guionistas pasaron de un taller de radio en la escuela, a tener un espacio pago en FM La Tribu, y de ahí, a partir de una propuesta que le hicieron a Pergolini, saltaron a la Rock and Pop, donde todas las mañanas tienen algún capítulo del radioteatro al aire. Además, los sábados de 16 a 18, realizan “Una gorda en baby doll”, en donde unen música con pequeñas historias de humor.
Según Millar, con este formato: “se puede volar mucho con la imaginación, los efectos te pueden armar una situación que en tele te saldría mucha plata hacerla”. Además, conjetura que: “como el radioteatro requiere una producción, un guión, y mucho trabajo, hoy en día ya no está tan vigente. Es mucho más fácil tirar una consigna al aire y que los oyentes te hagan el programa, que ponerse a escribir y pensar una historia”.
Mariel Suburu Marranti
Son cerca de las 11 de la mañana y por el aire de FM Rock and Pop (95.9) se escucha a Mario Pergolini, Eduardo De La Puente y Marcelo Gantman en “Cuál es?”, un programa que va de 9 a 13, de lunes a viernes. En este espacio, que convoca a una gran cantidad de público compuesto por jóvenes y adultos, se puede escuchar el radioteatro que tiene su capítulo diario. Diego Miller, Emiliano Goggia y Santiago Bluguermann, se juntan todas las mañanas para redactar las historias cómicas de personajes como Mogui, El Panza, o el Gaucho Segovia, entre otros. Los tres guionistas pasaron de un taller de radio en la escuela, a tener un espacio pago en FM La Tribu, y de ahí, a partir de una propuesta que le hicieron a Pergolini, saltaron a la Rock and Pop, donde todas las mañanas tienen algún capítulo del radioteatro al aire. Además, los sábados de 16 a 18, realizan “Una gorda en baby doll”, en donde unen música con pequeñas historias de humor.
Según Millar, con este formato: “se puede volar mucho con la imaginación, los efectos te pueden armar una situación que en tele te saldría mucha plata hacerla”. Además, conjetura que: “como el radioteatro requiere una producción, un guión, y mucho trabajo, hoy en día ya no está tan vigente. Es mucho más fácil tirar una consigna al aire y que los oyentes te hagan el programa, que ponerse a escribir y pensar una historia”.
Mariel Suburu Marranti
martes, 6 de noviembre de 2007
Orgullo nacional
Martín Kohan ganó el prestigioso certamen literario con su novela "Ciencias Morales", ambientada en el Colegio Nacional Buenos Aires a fines de la dictadura. Es el segundo argentino en lograr el galardón, que en 2003 le fue otorgado a Alan Pauls por "El Pasado".
Su novela narra la historia de una preceptora encargada de mantener la disciplina en el Nacional Buenos Aires a principios de los 80, en medio de la Guerra de Malvinas y de los momentos finales de la dictadura.
Kohan, de 40 años y que se había presentado con el seudónimo de Miguel Cané, recibirá 18 mil euros. El jurado estuvo integrado por los escritores Salvador Clotas, Juan Cueto, Esther Tusquets, Enrique Vila-Matas y el editor Jorge Herralde. El mexicano Antonio Orduño, en tanto, fue finalista con la obra "Recursos Humanos".
Nadia Santeramo
Víctor Hugo Morales, 59 años, periodista y relator de fútbol
EL CLIENTELISMO NO SÓLO ES POLÍTICO
Nació hace 59 años del otro lado del Río de la Plata, pero hace más de dos décadas que vive en Buenos Aires. Debutó como relator el mismo día que Diego Maradona estrenaba la camiseta de Boca y se ganó el respeto de la gente después de aquel relato del gol del Barrilete cósmico (como lo bautizó él a Maradona) a los ingleses en el Mundial de 1986. Su larga trayectoria, no sólo como relator de fútbol, sino también como periodista independiente, escritor y amante de la música clásica, lo llevó a ganarse el derecho de ser llamado Víctor Hugo a secas, como una marca registrada.
Usted relató alrededor de 3000 partidos de fútbol, ¿hay alguno que haya quedado registrado en su memoria como el mejor?
- No existe la posibilidad de distinguir uno en especial porque yo no me baso en la cantidad de goles para calificar a un partido de bueno o de malo. Igual, creo que el último partido que viví, sufrí y gocé fue el de Argentina-Brasil en el Mundial del 90.
En el momento de gritar un gol, ¿hay veces donde los sentimientos pueden más que el relator?
- Me pasó sólo dos veces y en el mismo Mundial. Uruguay había perdido con Dinamarca y se quedaba afuera del campeonato, me acuerdo que alrededor de 20 minutos relaté ese partido llorando lentamente, con mucha tristeza. La otra situación, y quizás la más recordada, fue cuando Maradona le hizo ese extraordinario gol a los ingleses. Fue un ataque de locura para mi, sentí como si me hubiesen enchufado. Lloré y me emocioné tanto que mirándolo a la distancia siento un poco de vergüenza por mi reacción.
¿ Nunca siente que tira más para un equipo que para el otro?
- Sí, muchas veces pero porque me provoca simpatía su dirigente, su técnico o algún jugador.
¿Por ejemplo?
- Donde jugase Diego yo quería que su equipo ganase. Ahora, quizás, me pasa un poco con Velez. Me gusta que le vaya bien porque es el único club de fútbol que contempla mis expectativas de lo que espero en general de los dirigentes y del espectáculo del juego. Bastaría que se vaya Raúl Gámez y que venga alguien que me cae mal para desear que salga último en el torneo.
¿Qué significa el fútbol para usted, pasión o trabajo?
- El fútbol para mi nunca fue pasión estrictamente. La radio, el relato y el periodismo sí. He llegado a una etapa de mi vida que, por suerte, elijo los partidos que relato (clásicos, los del puntero del campeonato y los de la Selección) y el nivel de excitación que esos partidos me provocan me salvan.
¿ De qué lo salvan?
- De no caer en lo rutinario, más ahora que el espectáculo que ofrece el fútbol generalmente es pésimo. Por eso prefiero ir a ver Roland Garros o al Open de Estados Unidos que un Mundial.
¿ Dónde se siente más cómodo, en la radio o en el televisión?
- Lo importante no es el medio sino el mensaje. Lo que más me gusta es escribir, desde mis columnas hasta libros, porque me mortifica mucho que en la radio y en la televisión uno nunca consigue sacar totalmente el discurso que siente. En cambio, cuando escribo en la búsqueda de la prolijidad y de las palabras me puedo expresar mejor.
¿ Cómo ve a los medios de comunicación ahora a diferencia de cuando usted llegó?
- Los multimedios han hecho un daño muy grande. Antes había muchas ofertas de trabajo y más libertad. La acumulación del poder en radio, televisión y diario termina perjudicando al periodista porque hay otos intereses.
¿ Cómo cuáles?
- Avanzar sobre el negocio del fútbol lleva a algunos medios, como por ejemplo el Grupo Clarín, a que haya cosas que no se puedan atacar. Defender a Julio Grondona es una forma de defender a quien les cedió el negocio. Así se pierde buena porción de la libertad y del criterio propio.
Pero usted, ¿mira televisión o escucha la radio?
- No me dan los tiempos, además nunca me entretuvo la tele. Habiendo tantos cines, teatros y conciertos jamás perdería mi tiempo frente a una pantalla.
Jazmín Vaudagna
Nació hace 59 años del otro lado del Río de la Plata, pero hace más de dos décadas que vive en Buenos Aires. Debutó como relator el mismo día que Diego Maradona estrenaba la camiseta de Boca y se ganó el respeto de la gente después de aquel relato del gol del Barrilete cósmico (como lo bautizó él a Maradona) a los ingleses en el Mundial de 1986. Su larga trayectoria, no sólo como relator de fútbol, sino también como periodista independiente, escritor y amante de la música clásica, lo llevó a ganarse el derecho de ser llamado Víctor Hugo a secas, como una marca registrada.
Usted relató alrededor de 3000 partidos de fútbol, ¿hay alguno que haya quedado registrado en su memoria como el mejor?
- No existe la posibilidad de distinguir uno en especial porque yo no me baso en la cantidad de goles para calificar a un partido de bueno o de malo. Igual, creo que el último partido que viví, sufrí y gocé fue el de Argentina-Brasil en el Mundial del 90.
En el momento de gritar un gol, ¿hay veces donde los sentimientos pueden más que el relator?
- Me pasó sólo dos veces y en el mismo Mundial. Uruguay había perdido con Dinamarca y se quedaba afuera del campeonato, me acuerdo que alrededor de 20 minutos relaté ese partido llorando lentamente, con mucha tristeza. La otra situación, y quizás la más recordada, fue cuando Maradona le hizo ese extraordinario gol a los ingleses. Fue un ataque de locura para mi, sentí como si me hubiesen enchufado. Lloré y me emocioné tanto que mirándolo a la distancia siento un poco de vergüenza por mi reacción.
¿ Nunca siente que tira más para un equipo que para el otro?
- Sí, muchas veces pero porque me provoca simpatía su dirigente, su técnico o algún jugador.
¿Por ejemplo?
- Donde jugase Diego yo quería que su equipo ganase. Ahora, quizás, me pasa un poco con Velez. Me gusta que le vaya bien porque es el único club de fútbol que contempla mis expectativas de lo que espero en general de los dirigentes y del espectáculo del juego. Bastaría que se vaya Raúl Gámez y que venga alguien que me cae mal para desear que salga último en el torneo.
¿Qué significa el fútbol para usted, pasión o trabajo?
- El fútbol para mi nunca fue pasión estrictamente. La radio, el relato y el periodismo sí. He llegado a una etapa de mi vida que, por suerte, elijo los partidos que relato (clásicos, los del puntero del campeonato y los de la Selección) y el nivel de excitación que esos partidos me provocan me salvan.
¿ De qué lo salvan?
- De no caer en lo rutinario, más ahora que el espectáculo que ofrece el fútbol generalmente es pésimo. Por eso prefiero ir a ver Roland Garros o al Open de Estados Unidos que un Mundial.
¿ Dónde se siente más cómodo, en la radio o en el televisión?
- Lo importante no es el medio sino el mensaje. Lo que más me gusta es escribir, desde mis columnas hasta libros, porque me mortifica mucho que en la radio y en la televisión uno nunca consigue sacar totalmente el discurso que siente. En cambio, cuando escribo en la búsqueda de la prolijidad y de las palabras me puedo expresar mejor.
¿ Cómo ve a los medios de comunicación ahora a diferencia de cuando usted llegó?
- Los multimedios han hecho un daño muy grande. Antes había muchas ofertas de trabajo y más libertad. La acumulación del poder en radio, televisión y diario termina perjudicando al periodista porque hay otos intereses.
¿ Cómo cuáles?
- Avanzar sobre el negocio del fútbol lleva a algunos medios, como por ejemplo el Grupo Clarín, a que haya cosas que no se puedan atacar. Defender a Julio Grondona es una forma de defender a quien les cedió el negocio. Así se pierde buena porción de la libertad y del criterio propio.
Pero usted, ¿mira televisión o escucha la radio?
- No me dan los tiempos, además nunca me entretuvo la tele. Habiendo tantos cines, teatros y conciertos jamás perdería mi tiempo frente a una pantalla.
Jazmín Vaudagna
Entrevista al relator Walter Saavedra
“ Puedo prescindir del fútbol”
Tiene el pelo largo y canas que reflejan sus 50 años. Nació en Mar del Plata en el seno de una familia pobre y sólo hizo el colegio hasta séptimo grado, una especie de Domingo Faustino Sarmiento, pero moderno. Relató partidos de básquet y de boxeo pero su peso fuerte es el fútbol. Ahora, además de ser relator de fútbol en radio Mitre y conducir el programa Una de Dos todos los sábados por la tarde, es poeta, músico y escritor. Es Walter “gol” Saavedra.
¿ Cómo empezó a relatar?
- En realidad jugaba al fútbol en San Lorenzo de Mar del Plata, pero me rompí la rodilla y no pude jugar nunca más. Empecé a ir a la cancha con un grabador y me relataba para mí mismo los partidos; después iba a mi casa y analizaba lo que había dicho. Como hice el colegio hasta séptimo grado, advertí que con las cuatro palabras que sabía no iba a poder hacer nada, entonces empecé a leer de todo por mi cuenta. Fue un poco de amor por el fútbol mezclado con el jugador frustrado que llevaba adentro.
¿ Cuál fue el primer partido que relató en una radio?
- Boca-Talleres por el Metropolitano del 81, cuando Boca salió campeón con Diego Maradona. En ese momento trabajaba en la única radio AM de Mar del Plata que se turnaba para cubrir los partidos de Boca y River.
¿ De qué cuadro es?
- Soy de Boca pero hace tantos años que tengo esta profesión que ya ni me acuerdo.
¿ Pero no se le mezclan los sentimientos?
- Ya no. Grito igual un gol de River que de Boca. Con la selección no me pasa lo mismo, transmito más con el corazón que con la razón. Se me salen las cadenas y me fanatizo mucho.
Usted cubrió cuatro mundiales, ¿cuál fue el mejor?
- El del 94 me va a acompañar hasta el último día en mi memoria, fue como tocar el cielo con las manos y el último fue el que más satisfacciones me dio profesionalmente porque obtuve el reconocimiento de la gente.
¿ Qué fue lo peor que le pasó estando al aire?
- Gritar un gol de alguien que no lo había hecho. Estaba transmitiendo un partido entre Argentina y Paraguay y me confundí a Leonardo Astrada con Gustavo Miguel Zapata.
¿ Y lo mejor?
- Una vez estaba transmitiendo desde Israel un partido del seleccionado y un hombre se acercó con un nene a la cabina, me hablaban y gesticulaban mucho pero yo no les entendía nada. Hasta que el señor sacó un documento y me mostró que a su hijo le había puesto Calib Al Yaceb Maradona, en honor a Diego. Sin lugar a dudas creo que lo mejor fue haber conocido gran parte del mundo, si no fuera por la profesión no habría salido de los límites de Mar del Plata.
Además de fútbol, ¿relató otros deportes?
- Sí, básquet (aunque no sabía nada) y boxeo por necesidad. Me acuerdo que lo relataba como un desfile militar: izquierda-derecha.
¿ Piensa en lo que va a decir antes de salir al aire?
- Trabajo mucho para las transmisiones, me imagino jugadas y hasta goles y qué diría en ese momento. A veces me anoto nombres de películas o juego con la realidad del país.
¿Por ejemplo?
- Utilizo algunas frases de políticos o lo que dicen cuando se pelean entre ellos. Ahora, cada tanto, pido por la aparición con vida del testigo Jorge Julio López. El micrófono no sólo debo utilizarlo para gritar con histeria un gol, sino también para decir otras cosas.
¿ Cómo cuáles?
- Soy un militante social que está dispuesto a dar una mano al pobre, al que no tiene voz. Hasta ahora no me han censurado y si lo hicieran me daría la vuelta y me iría del medio para el que estoy trabajando.
Usted además de relator es poeta y escritor ¿cómo combina en su programa el deporte con la poesía?
- No hablo de la violencia. Para mí el fútbol es una metáfora de la vida.
¿ En qué sentido?
- Es el único lugar donde las diferencias sociales no se notan. En un gol, el pobre se abraza con el que huele a colonia importada. Es un momento sublime y eso es lo que hace al fútbol tan maravilloso.
Pero el fútbol para usted ¿es pasión o trabajo?
- Descubrí que puedo prescindir de él, porque ya no me banco un partido por televisión o por radio. El desafío de relatar es lo que me apasiona porque para mi es un arte. Los partidos de fútbol son como las huellas digitales, no hay dos iguales.
Jazmín Vaudagna
Tiene el pelo largo y canas que reflejan sus 50 años. Nació en Mar del Plata en el seno de una familia pobre y sólo hizo el colegio hasta séptimo grado, una especie de Domingo Faustino Sarmiento, pero moderno. Relató partidos de básquet y de boxeo pero su peso fuerte es el fútbol. Ahora, además de ser relator de fútbol en radio Mitre y conducir el programa Una de Dos todos los sábados por la tarde, es poeta, músico y escritor. Es Walter “gol” Saavedra.
¿ Cómo empezó a relatar?
- En realidad jugaba al fútbol en San Lorenzo de Mar del Plata, pero me rompí la rodilla y no pude jugar nunca más. Empecé a ir a la cancha con un grabador y me relataba para mí mismo los partidos; después iba a mi casa y analizaba lo que había dicho. Como hice el colegio hasta séptimo grado, advertí que con las cuatro palabras que sabía no iba a poder hacer nada, entonces empecé a leer de todo por mi cuenta. Fue un poco de amor por el fútbol mezclado con el jugador frustrado que llevaba adentro.
¿ Cuál fue el primer partido que relató en una radio?
- Boca-Talleres por el Metropolitano del 81, cuando Boca salió campeón con Diego Maradona. En ese momento trabajaba en la única radio AM de Mar del Plata que se turnaba para cubrir los partidos de Boca y River.
¿ De qué cuadro es?
- Soy de Boca pero hace tantos años que tengo esta profesión que ya ni me acuerdo.
¿ Pero no se le mezclan los sentimientos?
- Ya no. Grito igual un gol de River que de Boca. Con la selección no me pasa lo mismo, transmito más con el corazón que con la razón. Se me salen las cadenas y me fanatizo mucho.
Usted cubrió cuatro mundiales, ¿cuál fue el mejor?
- El del 94 me va a acompañar hasta el último día en mi memoria, fue como tocar el cielo con las manos y el último fue el que más satisfacciones me dio profesionalmente porque obtuve el reconocimiento de la gente.
¿ Qué fue lo peor que le pasó estando al aire?
- Gritar un gol de alguien que no lo había hecho. Estaba transmitiendo un partido entre Argentina y Paraguay y me confundí a Leonardo Astrada con Gustavo Miguel Zapata.
¿ Y lo mejor?
- Una vez estaba transmitiendo desde Israel un partido del seleccionado y un hombre se acercó con un nene a la cabina, me hablaban y gesticulaban mucho pero yo no les entendía nada. Hasta que el señor sacó un documento y me mostró que a su hijo le había puesto Calib Al Yaceb Maradona, en honor a Diego. Sin lugar a dudas creo que lo mejor fue haber conocido gran parte del mundo, si no fuera por la profesión no habría salido de los límites de Mar del Plata.
Además de fútbol, ¿relató otros deportes?
- Sí, básquet (aunque no sabía nada) y boxeo por necesidad. Me acuerdo que lo relataba como un desfile militar: izquierda-derecha.
¿ Piensa en lo que va a decir antes de salir al aire?
- Trabajo mucho para las transmisiones, me imagino jugadas y hasta goles y qué diría en ese momento. A veces me anoto nombres de películas o juego con la realidad del país.
¿Por ejemplo?
- Utilizo algunas frases de políticos o lo que dicen cuando se pelean entre ellos. Ahora, cada tanto, pido por la aparición con vida del testigo Jorge Julio López. El micrófono no sólo debo utilizarlo para gritar con histeria un gol, sino también para decir otras cosas.
¿ Cómo cuáles?
- Soy un militante social que está dispuesto a dar una mano al pobre, al que no tiene voz. Hasta ahora no me han censurado y si lo hicieran me daría la vuelta y me iría del medio para el que estoy trabajando.
Usted además de relator es poeta y escritor ¿cómo combina en su programa el deporte con la poesía?
- No hablo de la violencia. Para mí el fútbol es una metáfora de la vida.
¿ En qué sentido?
- Es el único lugar donde las diferencias sociales no se notan. En un gol, el pobre se abraza con el que huele a colonia importada. Es un momento sublime y eso es lo que hace al fútbol tan maravilloso.
Pero el fútbol para usted ¿es pasión o trabajo?
- Descubrí que puedo prescindir de él, porque ya no me banco un partido por televisión o por radio. El desafío de relatar es lo que me apasiona porque para mi es un arte. Los partidos de fútbol son como las huellas digitales, no hay dos iguales.
Jazmín Vaudagna
martes, 30 de octubre de 2007
Festival Argentino del Video Clip
Desde este viernes 2 de noviembre hasta el domingo 4 se realizará el cuarto festival argentino de video clip en el centro cultural Recoleta. La entrada es libre y gratuita.
El viernes a partir de las 18, se proyectarán más de 60 obras concursantes de todo el país. El domingo se realizará la entrega de premios con la presencia del jurado integrado por Mariano Mucci y Eduardo Pinto(directores de video clips y productores audiovisuales), Marcelo Moura(músico y actual cantante de la banda Virus) y Gustavo Álvarez Núñez(periodista especializado en rock). La jornada finalizará con un cóctel y un show audiovisual en vivo.
-Dirección General: Enrique Salmoiraghi
Los realizadores del evento afirmaron que es un espacio para fomentar el intercambio de ideas y para promover, difundir y premiar la realización del género en todo el país.
Soledad Rendell
El viernes a partir de las 18, se proyectarán más de 60 obras concursantes de todo el país. El domingo se realizará la entrega de premios con la presencia del jurado integrado por Mariano Mucci y Eduardo Pinto(directores de video clips y productores audiovisuales), Marcelo Moura(músico y actual cantante de la banda Virus) y Gustavo Álvarez Núñez(periodista especializado en rock). La jornada finalizará con un cóctel y un show audiovisual en vivo.
-Dirección General: Enrique Salmoiraghi
Los realizadores del evento afirmaron que es un espacio para fomentar el intercambio de ideas y para promover, difundir y premiar la realización del género en todo el país.
Soledad Rendell
“El Choque Urbano” en el ND Ateneo
El grupo realizará sus únicas dos presentaciones del año en Buenos Aires, luego de un exitosa gira que los llevó a recorrer durante el 2007 países como Holanda, Siria, Corea del Sur, Colombia, Nicaragua y Costa Rica. Las funciones serán los días viernes 2 y sábado 3 de noviembre a las 23.30 en el teatro ND Ateneo.
El Choque Urbano esta formado por 15 personas, entre ellos músicos, actores, bailarines, técnicos, diseñadores, productores y directores. Ellos trabajan con el sonido y las formas de elementos de todo tipo, como sartenes, tachos, plásticos y sopapas. Los ritmos que abordan son la chacarera, reggae y tango.
Aprovechen para ir a ver El Choque Urbano en el ND Ateneo, en la calle Paraguay 918, entradas desde $20. Un show muy interesante con mucha percusión.
Soledad Rendell
El Choque Urbano esta formado por 15 personas, entre ellos músicos, actores, bailarines, técnicos, diseñadores, productores y directores. Ellos trabajan con el sonido y las formas de elementos de todo tipo, como sartenes, tachos, plásticos y sopapas. Los ritmos que abordan son la chacarera, reggae y tango.
Aprovechen para ir a ver El Choque Urbano en el ND Ateneo, en la calle Paraguay 918, entradas desde $20. Un show muy interesante con mucha percusión.
Soledad Rendell
Vuelve Chucky
Se filmaría la sexta película de la saga del muñeco asesino; se tratría de la remake de la primera entrega, estrenada en 1988.
En la era de las remakes cualquier excusa es buena para reflotar historias que rindieron en la taquilla en el momento de su estreno.
Con desparejos resultados, revisitar viejos éxitos se convirtió en una receta válida de Hollywood en un momento en el que las ideas originales son la excepción de la regla.
Pues bien, se supo que Chucky, el muñeco maldito tendrá su sexta película aunque en este caso se trataría de una nueva versión de la primera entrega, dirigida por Tom Holland y que se estrenó en 1988 bajo el nombre original de Child´s play.
El encargado de dar la noticia fue David Kirschner, productor de la saga y el creador del muñeco. Para llevar adelante el proyecto convocaron a Don Mancini, el guionista de las cinco entregas y director de la última, El hijo de Chucky .
En principio los productores tienen la intención de devolverle a la trama su lado más oscuro y resignar parte de la cuota de humor negro que caracterizó los últimos films.
¿Se viene el nieto de Chucky?
Soledad Rendell
En la era de las remakes cualquier excusa es buena para reflotar historias que rindieron en la taquilla en el momento de su estreno.
Con desparejos resultados, revisitar viejos éxitos se convirtió en una receta válida de Hollywood en un momento en el que las ideas originales son la excepción de la regla.
Pues bien, se supo que Chucky, el muñeco maldito tendrá su sexta película aunque en este caso se trataría de una nueva versión de la primera entrega, dirigida por Tom Holland y que se estrenó en 1988 bajo el nombre original de Child´s play.
El encargado de dar la noticia fue David Kirschner, productor de la saga y el creador del muñeco. Para llevar adelante el proyecto convocaron a Don Mancini, el guionista de las cinco entregas y director de la última, El hijo de Chucky .
En principio los productores tienen la intención de devolverle a la trama su lado más oscuro y resignar parte de la cuota de humor negro que caracterizó los últimos films.
¿Se viene el nieto de Chucky?
Soledad Rendell
lunes, 29 de octubre de 2007
La fiesta no fue de todos
“La Fiesta de Todos” se llamó la película sobre el triunfo argentino de la que el director Sergio Renán no terminará nunca de arrepentirse, porque nadie puede ignorar que mientras se jugaba, festejaba y gritaba por el mundial ´78, los campos de concentración funcionaban clandestinamente y activamente. Para la dictadura, el mundial resultó prioritario. Era un tiempo trágico y la fiesta no fue de todos (como titula la película), aunque miles de estudiantes, el día en que Argentina salió campeón, festejaron y pedían que Videla salga al balcón . El general fue ovacionado las seis veces que concurrió al estadio. El rol de la sociedad que no se comprometió con lo que pasaba, festejaba sabiendo que ocurrían desapariciones de personas. También la prensa argentina fue una verdadera vergüenza, no se publicaba nada y no se tomaban denuncias sobre los desaparecidos. En la película se ve que muchos periodistas, que cubrían el mundial, tenían como objetivo mostrar una Argentina en paz, escondiendo lo que pasaba y engañando a todos disfrazando a un pueblo dividido por un pueblo unido. Durante el mundial, mientras todos festejaban hubo 65 desaparecidos.
Natacha Ferrari
Natacha Ferrari
Entrevista a Luis Ventura
“El periodismo es un producto comercial”
El panelista del programa Intrusos en el espectáculo y director de la revista Paparazzi cuenta sus límites a la hora de privilegiar la libertad de información al derecho de privacidad y cómo combina estas cuestiones con el éxito comercial.
-¿Justificas la violación del derecho de privacidad porque se trata de personas pública?
No, lo justifico en el caso de las personas que se quejan porque tienen contrato de exclusividad con otro medio que les paga el casamiento o el viaje a la isla de fulanito. También están los artistas que se ofenden y después te traen la gacetilla de la obra que están haciendo para que les hagas propaganda.
-¿Y no debería el periodismo de espectáculos dedicarse más a difundir o criticar esas obras que a hablar de la vida privada de los actores?
Si haces un programa así no medís y si no medís te sacan del aire.
-¿Crees que pedirle plata a una persona para no publicar algo es extorsión?
Sí, pero si la persona ofrece plata sin que se la pidan es un negocio. En ese caso el medio tendría que evaluar la pérdida económica que tendría en un juicio, la ganancia que generaría la publicación y lo que te están ofreciendo. Es todo cuestión de números. El que no entienda esto como un negocio está equivocado porque el periodismo es un producto comercial.
-¿Y dónde queda la ética periodística?
No sé, yo me manejo con la ética que me enseñaron en casa.
-¿En esa ética no hay límites si hay ganancia?
Por supuesto que hay, el 70 por ciento de las cosas que recibo no las publico. Si se trata de enfermedades o cosas de mal gusto por ejemplo.
Nadia Santeramo
El panelista del programa Intrusos en el espectáculo y director de la revista Paparazzi cuenta sus límites a la hora de privilegiar la libertad de información al derecho de privacidad y cómo combina estas cuestiones con el éxito comercial.
-¿Justificas la violación del derecho de privacidad porque se trata de personas pública?
No, lo justifico en el caso de las personas que se quejan porque tienen contrato de exclusividad con otro medio que les paga el casamiento o el viaje a la isla de fulanito. También están los artistas que se ofenden y después te traen la gacetilla de la obra que están haciendo para que les hagas propaganda.
-¿Y no debería el periodismo de espectáculos dedicarse más a difundir o criticar esas obras que a hablar de la vida privada de los actores?
Si haces un programa así no medís y si no medís te sacan del aire.
-¿Crees que pedirle plata a una persona para no publicar algo es extorsión?
Sí, pero si la persona ofrece plata sin que se la pidan es un negocio. En ese caso el medio tendría que evaluar la pérdida económica que tendría en un juicio, la ganancia que generaría la publicación y lo que te están ofreciendo. Es todo cuestión de números. El que no entienda esto como un negocio está equivocado porque el periodismo es un producto comercial.
-¿Y dónde queda la ética periodística?
No sé, yo me manejo con la ética que me enseñaron en casa.
-¿En esa ética no hay límites si hay ganancia?
Por supuesto que hay, el 70 por ciento de las cosas que recibo no las publico. Si se trata de enfermedades o cosas de mal gusto por ejemplo.
Nadia Santeramo
Último show de Cabezones en Obras
Un reencuentro muy esperado
Tras el accidente automovilístico sufrido el 31 de marzo por César Andino junto a Gabriel Ruiz Díaz, Cabezones no había vuelto a los escenarios con su cantante. Sin embargo la espera valió la pena, y el Estadio Obras vibró de emoción.
La transpiración se caía por la piel de todos los cuerpos presentes en el Estadio Obras, las paredes estaban húmedas y el alerta meteorológico preveía una noche que inundaría el barrio de Núñez. Sin embargo ninguna de esas cosas distraía al público expectante de su objetivo: volver a ver a César Andino arriba de los escenarios.
El show comenzó 15 minutos después de la hora estipulada. Hasta ese momento las casi cinco mil personas que colmaban el lugar incitaban con los cantos clásicos a que los cinco cabezones salieran a tocar.
Finalmente, la emoción llegó a su punto máximo. Las luces del escenario se encendieron y el telón blanco cayó casi por completo, debido a que quedó enganchado. El show comenzó con el tema vertiente, y sobre el final el problema, que por unos minutos no le permitió al sector derecho del Estadio ver, se solucionó.
La imagen era impactante. Después de nueve meses de estar fuera de escena, César se encontraba parado frente al público agarrado con una mano del micrófono, y con otra de un bastón. A pesar de que ya no saltaba ni caminaba por todo el escenario como lo hacía antes, la gente le hizo caso al frenesí con el que movía su cabeza y acompañó los temas con un ferviente pogo.
Después de tocar Cada Secreto y Planear-Mirame llegaron las palabras clásicas del cantante: “Buenas noches hermosos”, y vinieron dos temas más, Inmóvil y El Vientre. Segundos más tarde, el primer agradecimiento de César era este: “Hay momentos en los que a uno le parece que nada de lo que piensa se puede llevar adelante, pero no, quiero agradecerles a mis hermanos los cabezones”.
Con esa misma fuerza cantó: “Que triste es vivir sin intentar, que triste es morir, sin haber amado”, fragmento del tema Triste, de Carajo; al que le siguió un clásico de su propia banda Abismo. Otra vez el cariño se reflejaba en un abrazo entre el sonido de los instrumentos que rodeaban a la silla que sostenía el cansancio de César.
Pero ese no fue el único fragmento que hicieron de otra banda, tiempo después se escuchó “Una chica en el cielo, vive en mi océano salvaje”, tema de Divididos, como pre-anuncio de la presencia de Ricardo Mollo en el show.
El primer invitado llegó, pero antes el cantante de Cabezones no dudó en contar que muchísima gente se había acercado, mediante cartas, días de vigilancia en el Hospital Fernández (en el medio se escuchó: Vamos Gaby!), y otros gestos apoyando la recuperación. Pero Andino recalcó: “Estaba en uno de mis peores días, me había levantado de la silla cuando me llamó por teléfono con sus lindas palabras me dio ánimo”, en alusión al diálogo con el cantante de Divididos.
El público respondió con el clásico canto hacia esa banda: “Escúchenlo, escúchenlo, escúchenlo, la aplanadora del Rock and Roll, es Divididos... ”; y el show continuó.
Tema tras tema todos los Cabezones y técnicos estaban pendientes de Cesar, lo atendían, lo abrazaban. La emoción era la protagonista de la noche en el Estadio Obras Sanitarias. Mi camino es ningún lugar, Lejos es no estar, Frágil, A tus pies, y Mi pequeña infinidad, siguieron a la lista de temas.
Más tarde los covers continuaron mechados entre temas de su propia autoría. Where the streets have no name de U2, y Opus de Catupecu Machu, fueron dos de ellos.
La fiesta siguió: Lunes, Sendero Cerebral, Frio, Globo, Sueles Dejarme Solo, Hombre Paranoico, Lullaby y Silencia, fueron las canciones que le dejaron paso al invitado más significativo.
César lo presentó. Fernando Ruiz Díaz, estaba arriba del escenario abrazándolo y saludando al resto de los integrantes de Cabezones, con los que más allá del accidente, ya compartía una amistad entre bandas. Después de tanta tristeza y angustia, combinada con la alegría de verse arriba de un escenario, comenzaron a tocar Eso Vive, tema de Cuentos Borgeanos, disco que lanzó al estrellato a Catupecu Machu.
Más tarde se sumó el baterista de esta banda, Javier Herrlein, el tecladista Macabre, y el bajista, ex Soda Stereo que sustituye temporalmente a Gabriel Ruiz Diaz, Zeta Bosio.
Con todo la adrenalina en el público, y en los propios músicos, el show continuó con la canción Pasajero en Extinción en la que todos los músicos, incluyendo a los invitados formaron parte.
Varias veces más el nombre de Gaby salió en un grito de esperanza por su recuperación. Los agradecimientos a los músicos fueron muchos, y luego de despedirlos emotivamente las canciones siguieron: Vacío fue la última antes del BIS en el que se escuchó, Ella se olvidó de mi, Alud e Irte.
Pero antes del BIS, la banda tuvo el agrado de recibir el Disco y DVD de Oro, por su último material: Bienvenidos. Los meses pasaron, el miedo a que César no volviera nunca más a los escenarios también. Sin embargo la falta de Gabriel Ruiz Díaz se hace presente a cada minuto. Y el público responde a ella, con la misma pasión con la que admiran a Cabezones y su excelente performance.
Tras el accidente automovilístico sufrido el 31 de marzo por César Andino junto a Gabriel Ruiz Díaz, Cabezones no había vuelto a los escenarios con su cantante. Sin embargo la espera valió la pena, y el Estadio Obras vibró de emoción.
La transpiración se caía por la piel de todos los cuerpos presentes en el Estadio Obras, las paredes estaban húmedas y el alerta meteorológico preveía una noche que inundaría el barrio de Núñez. Sin embargo ninguna de esas cosas distraía al público expectante de su objetivo: volver a ver a César Andino arriba de los escenarios.
El show comenzó 15 minutos después de la hora estipulada. Hasta ese momento las casi cinco mil personas que colmaban el lugar incitaban con los cantos clásicos a que los cinco cabezones salieran a tocar.
Finalmente, la emoción llegó a su punto máximo. Las luces del escenario se encendieron y el telón blanco cayó casi por completo, debido a que quedó enganchado. El show comenzó con el tema vertiente, y sobre el final el problema, que por unos minutos no le permitió al sector derecho del Estadio ver, se solucionó.
La imagen era impactante. Después de nueve meses de estar fuera de escena, César se encontraba parado frente al público agarrado con una mano del micrófono, y con otra de un bastón. A pesar de que ya no saltaba ni caminaba por todo el escenario como lo hacía antes, la gente le hizo caso al frenesí con el que movía su cabeza y acompañó los temas con un ferviente pogo.
Después de tocar Cada Secreto y Planear-Mirame llegaron las palabras clásicas del cantante: “Buenas noches hermosos”, y vinieron dos temas más, Inmóvil y El Vientre. Segundos más tarde, el primer agradecimiento de César era este: “Hay momentos en los que a uno le parece que nada de lo que piensa se puede llevar adelante, pero no, quiero agradecerles a mis hermanos los cabezones”.
Con esa misma fuerza cantó: “Que triste es vivir sin intentar, que triste es morir, sin haber amado”, fragmento del tema Triste, de Carajo; al que le siguió un clásico de su propia banda Abismo. Otra vez el cariño se reflejaba en un abrazo entre el sonido de los instrumentos que rodeaban a la silla que sostenía el cansancio de César.
Pero ese no fue el único fragmento que hicieron de otra banda, tiempo después se escuchó “Una chica en el cielo, vive en mi océano salvaje”, tema de Divididos, como pre-anuncio de la presencia de Ricardo Mollo en el show.
El primer invitado llegó, pero antes el cantante de Cabezones no dudó en contar que muchísima gente se había acercado, mediante cartas, días de vigilancia en el Hospital Fernández (en el medio se escuchó: Vamos Gaby!), y otros gestos apoyando la recuperación. Pero Andino recalcó: “Estaba en uno de mis peores días, me había levantado de la silla cuando me llamó por teléfono con sus lindas palabras me dio ánimo”, en alusión al diálogo con el cantante de Divididos.
El público respondió con el clásico canto hacia esa banda: “Escúchenlo, escúchenlo, escúchenlo, la aplanadora del Rock and Roll, es Divididos... ”; y el show continuó.
Tema tras tema todos los Cabezones y técnicos estaban pendientes de Cesar, lo atendían, lo abrazaban. La emoción era la protagonista de la noche en el Estadio Obras Sanitarias. Mi camino es ningún lugar, Lejos es no estar, Frágil, A tus pies, y Mi pequeña infinidad, siguieron a la lista de temas.
Más tarde los covers continuaron mechados entre temas de su propia autoría. Where the streets have no name de U2, y Opus de Catupecu Machu, fueron dos de ellos.
La fiesta siguió: Lunes, Sendero Cerebral, Frio, Globo, Sueles Dejarme Solo, Hombre Paranoico, Lullaby y Silencia, fueron las canciones que le dejaron paso al invitado más significativo.
César lo presentó. Fernando Ruiz Díaz, estaba arriba del escenario abrazándolo y saludando al resto de los integrantes de Cabezones, con los que más allá del accidente, ya compartía una amistad entre bandas. Después de tanta tristeza y angustia, combinada con la alegría de verse arriba de un escenario, comenzaron a tocar Eso Vive, tema de Cuentos Borgeanos, disco que lanzó al estrellato a Catupecu Machu.
Más tarde se sumó el baterista de esta banda, Javier Herrlein, el tecladista Macabre, y el bajista, ex Soda Stereo que sustituye temporalmente a Gabriel Ruiz Diaz, Zeta Bosio.
Con todo la adrenalina en el público, y en los propios músicos, el show continuó con la canción Pasajero en Extinción en la que todos los músicos, incluyendo a los invitados formaron parte.
Varias veces más el nombre de Gaby salió en un grito de esperanza por su recuperación. Los agradecimientos a los músicos fueron muchos, y luego de despedirlos emotivamente las canciones siguieron: Vacío fue la última antes del BIS en el que se escuchó, Ella se olvidó de mi, Alud e Irte.
Pero antes del BIS, la banda tuvo el agrado de recibir el Disco y DVD de Oro, por su último material: Bienvenidos. Los meses pasaron, el miedo a que César no volviera nunca más a los escenarios también. Sin embargo la falta de Gabriel Ruiz Díaz se hace presente a cada minuto. Y el público responde a ella, con la misma pasión con la que admiran a Cabezones y su excelente performance.
Mariel Suburu Marranti
Entrevista a Adolfo Aristarain
28 años de carrera, 11 películas y va por más
Es uno de los cineastas argentinos más taquilleros. Artífice de éxitos inolvidables como Un lugar en el mundo, Martín (Hache) y Roma. A sus 63 años de edad, Aristarain confiesa que el cine lo sigue apasionando como aquel día de 1960 en que, por casualidad, llegó a trabajar de extra en la película Dar la cara.
- ¿Hay algunas de sus 11 películas que le gusten más que otras?
El cariño que yo les tengo no es por su valor artístico sino porque me traen lindos recuerdos. La que más quiero es Tiempo de revancha (1981), que me abrió las puertas en la industria del cine por su repercusión. La película atacaba al sistema capitalista pero estaba hecha con la habilidad para que no pudiera ser cortada por la Junta Calificadora de la dictadura. Durante el año que duró en cartel yo recibí amenazas telefónicas. Pero a la peli no había manera de pararla, estaba dando vueltas por el mundo y recibiendo premios internacionales.
- ¿Cómo fue trabajar de ayudante de dirección en el film del Mundial ´78 (La fiesta de todos) teniendo una ideología de izquierda?
En ese momento yo no ligaba el campeonato de fútbol a la dictadura. Para mi la película consistía en una comedia para unir la proyección de los partidos y eso no era estar a favor de los milicos. Que después ellos la hayan usado como un elemento de distracción para el pueblo mientras se cometía un genocidio es otra cosa.
- ¿Qué tiene Federico Luppi que no tengan otros actores que lo convocó para 7 de sus producciones?
Es buen actor, excelente persona y se entrega a los proyectos. En pantalla tiene el don de imponerse y es creíble haga lo que haga.
- Dijo que el día que no haga más filmes se dedicaría a escribir ¿Llegó ese día o tiene algún proyecto para llevar a la pantalla grande?
El cine me sigue apasionando y divirtiendo como el primer día que estuve en el rodaje de una película. Hace poco recibí una propuesta de Televisión Española para realizar dos películas, una sobre la vida de San Martín y la otra de Artigas. A mi me encantaría, pero por ahora lo único que hay es su idea y mis ganas.
Nadia Santeramo
Es uno de los cineastas argentinos más taquilleros. Artífice de éxitos inolvidables como Un lugar en el mundo, Martín (Hache) y Roma. A sus 63 años de edad, Aristarain confiesa que el cine lo sigue apasionando como aquel día de 1960 en que, por casualidad, llegó a trabajar de extra en la película Dar la cara.
- ¿Hay algunas de sus 11 películas que le gusten más que otras?
El cariño que yo les tengo no es por su valor artístico sino porque me traen lindos recuerdos. La que más quiero es Tiempo de revancha (1981), que me abrió las puertas en la industria del cine por su repercusión. La película atacaba al sistema capitalista pero estaba hecha con la habilidad para que no pudiera ser cortada por la Junta Calificadora de la dictadura. Durante el año que duró en cartel yo recibí amenazas telefónicas. Pero a la peli no había manera de pararla, estaba dando vueltas por el mundo y recibiendo premios internacionales.
- ¿Cómo fue trabajar de ayudante de dirección en el film del Mundial ´78 (La fiesta de todos) teniendo una ideología de izquierda?
En ese momento yo no ligaba el campeonato de fútbol a la dictadura. Para mi la película consistía en una comedia para unir la proyección de los partidos y eso no era estar a favor de los milicos. Que después ellos la hayan usado como un elemento de distracción para el pueblo mientras se cometía un genocidio es otra cosa.
- ¿Qué tiene Federico Luppi que no tengan otros actores que lo convocó para 7 de sus producciones?
Es buen actor, excelente persona y se entrega a los proyectos. En pantalla tiene el don de imponerse y es creíble haga lo que haga.
- Dijo que el día que no haga más filmes se dedicaría a escribir ¿Llegó ese día o tiene algún proyecto para llevar a la pantalla grande?
El cine me sigue apasionando y divirtiendo como el primer día que estuve en el rodaje de una película. Hace poco recibí una propuesta de Televisión Española para realizar dos películas, una sobre la vida de San Martín y la otra de Artigas. A mi me encantaría, pero por ahora lo único que hay es su idea y mis ganas.
Nadia Santeramo
viernes, 28 de septiembre de 2007
Transmitir amor desde la actuación
Esteban Mellino es actor, productor y director. Es conocido por interpretar al Doctor Lambetain en películas y programas de televisión. Además escribió varias letras de canciones, poesía y libretos teatrales. Da clases para que los chicos tengan una salida laboral, como actores, modelos o locutores. Ingresó a las carreras de medicina y psicología, pero luego las abandonó.
Además de actuar, dirige, escribe libros, da clases de teatro. ¿Con cuál de estas cuatro profesiones se siente más ligado?
Aunque desde chico escribo libros, poesías, cuentos y obras de teatro. Yo me clasifico como actor.
¿Cuáles fueron los premios que más le gustaron de toda su trayectoria?
Los premios que más me gustaron fueron dos: "Manitas Argentinas", que es por mi tarea con los chicos de la calle, y el otro es "Algún Comportamiento Humano" que es por la tarea que hacemos con los chicos discapacitados, con capacidades especiales. Nosotros tratamos de recuperar chicos es decir colaboramos para que vuelvan a una vida un poco más razonable y que consigan un trabajo estable o un oficio.
Cada uno, según sus tareas, tiene que usar el amor para ser más feliz a los demás. Por ser actor no quiere decir que no puedo aplicarlo.
¿Cómo lo aplica?
Nosotros, los actores, tenemos la fortuna infinita de tener un micrófono adelante para poder trasmitirle amor a la gente, si dios nos dio ese don tan bárbaro de poder llegar a millones de personas como vamos a desaprovecharlo.
Natacha Ferrari
Además de actuar, dirige, escribe libros, da clases de teatro. ¿Con cuál de estas cuatro profesiones se siente más ligado?
Aunque desde chico escribo libros, poesías, cuentos y obras de teatro. Yo me clasifico como actor.
¿Cuáles fueron los premios que más le gustaron de toda su trayectoria?
Los premios que más me gustaron fueron dos: "Manitas Argentinas", que es por mi tarea con los chicos de la calle, y el otro es "Algún Comportamiento Humano" que es por la tarea que hacemos con los chicos discapacitados, con capacidades especiales. Nosotros tratamos de recuperar chicos es decir colaboramos para que vuelvan a una vida un poco más razonable y que consigan un trabajo estable o un oficio.
Cada uno, según sus tareas, tiene que usar el amor para ser más feliz a los demás. Por ser actor no quiere decir que no puedo aplicarlo.
¿Cómo lo aplica?
Nosotros, los actores, tenemos la fortuna infinita de tener un micrófono adelante para poder trasmitirle amor a la gente, si dios nos dio ese don tan bárbaro de poder llegar a millones de personas como vamos a desaprovecharlo.
Natacha Ferrari
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